Buen teatro en un ascensor detenido
por Susy Scándali
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Dos mujeres viajan en un ascensor. Ambas son jóvenes, Una tiene el pelo recogido, maletín, vestimenta elegante. La otra, informal, pelo suelto, look hipón. Dos vecinas del mismo edificio que coinciden al momento de bajar en el ascensor cada una a su trabajo.
Tras el saludo, la sorpresa: el ascensor se detiene. En un entrepiso.
Tras los primeros instantes de desconcierto, la reacción de cada una de ellas las pinta enteras: Cora -la "formal"- se enoja, se desespera, grita llamando a Ramón, el encargado, que obviamente, está ausente. Lara, comienza a hablar sin parar, trata de desdramatizar la situación, propone juegos.
El tiempo que transcurre lentamente en el ascensor lleva inevitablemente a la discusión apasionada y al diálogo cada vez más profundo, al conocimiento...y al drama.
En la enorme cantidad de propuestas teatrales que -afortunadamente- existen hoy en Mar del Plata, con compañías muchas veces desconocidas para el gran público, con escasa difusión y en espacios poco convencionales -como en este caso lo es Liberart-, siempre se pueden encontrar joyitas como "Entrepiso".
Las intérpretes Pilar Murano y Paula Liuzzo en una tarea impecable, con la no menos impecable dirección de Micaela Fariña, son las responsables de una obra que impacta desde el comienzo, con los congelados de las actrices cada vez que se apagan y se encienden las luces, mientras suena la música -otro acierto de la puesta-. Un texto creíble, situaciones desopilantes, un final impredecible.
La obra tiene todos los aditamentos como para convertirse en una de las propuestas más recomendables a la hora de sentarse a ver buen teatro, ese que a veces no se encuentra en grandes salas.